Delectura

El invierno del comisario Ricciardi Maurizio de Giovanni

Dramática y escénica como la ópera. Imposible escuchar la Siciliana de Cavalleria Rusticana o Vesti la Giubba de Pagliacci sin que se te agite el alma, pero aunque ese fuera el caso, no sería excusa suficiente para dejar de leer la primera de esta serie de novelas de Maurizio de Giovanni.

Y poco importa si tampoco te gusta la novela policíaca ya que El invierno del Comisario Ricciardi es en realidad un leve escalofrío provocado por el canto de personas de carne y hueso, con pasiones reales, que aman y sufren, que viven y mueren.

«-¿Usted cree en el destino, comisario?
-No,señora. No creo. Creo en los hombres y en sus emociones. En el amor y el odio. En el hambre. Y sobre todo en el dolor.»
El Invierno del Comisiario Ricciardi, Maurizio de Giovanni. Trad. Celia Felipetto. Ed.Lumen 2011.

Poco más hay que añadir a un corto diálogo que lo dice todo. Esta es una novela de emociones contenidas, silencios manifiestos y últimos alientos.

Italia, 1931. Luigi Alfredo Ricciardi, comisario de la brigada móvil de la Real Jefatura de Policía de Nápoles será el encargado de resolver el asesinato del tenor Arnaldo Vezzi, la voz más prodigiosa del momento y afín al régimen fascista de Mussolini, cometido en el Real Teatro de San Carlo de Nápoles. Un círculo reducido de sospechosos y móviles tan evidentes como inconsistentes; una jerarquía policial en la que no faltan la ineptitud y la ambición del superior ni la profunda admiración del compañero, convertida en aprecio y respeto incondicionales son parte de la propuesta.

Sobre este escenario, y nunca mejor dicho, de Giovanni introduce una ciudad fría y gris, con personajes sometidos a la rutina diaria y que de una forma u otra viven sus miserias y alegrías escondidos tras las ventanas. Cargada de gran realismo por un lado y de una esencia romántica por otro, esta novela rehúye la brutalidad del asesinato, el arte del crimen, el ingenio del investigador y la acción trepidante y explosiva.

Da paso a la humanidad y habla de la muerte, del dolor que la precede y la agonía que la acompaña. Y quien más sabe de este Asunto es nuestro protagonista. El comisario Ricciardi tiene un don que sufre como una condena, ve a las víctimas de muerte violenta, escucha sus últimas palabras, quejidos o lamentos. En sus investigaciones interpreta sus expresiones y actitudes, en su vida diaria los ahuyenta.

El comisario, hombre solitario e introvertido, anhela una vida común. Ansía el descanso de su mente y aún más la paz de su espíritu altamente atormentado. Y así, bajo esta atmósfera, actúa febrilmente, no desentrañando la verdad a través de la deducción basada en el análisis de los hechos y la observación de los detalles, sino interiorizando el horror, la desesperación y la angustia de aquellos a los que interroga. Los acontecimientos se desvelan sólo si finalmente aflora la verdad de los sentimientos.

Será un placer ver pasar las estaciones junto a Ricciardi, cuidado por su estimada tata Rosa y el fiel sargeto Raffaele Maione, esperando a que el Asunto se presente sin más, como el fantasma de un caballo al galope. (Ídem)

Valora este libro...
1 estrella2 estrellas3 estrellas4 estrellas5 estrellas

Otras reseñas de libros

Comentarios publicados

Me ha flipado!! Me gusta como describe los lugares y por donde transitan sus personajes y por encima de todo la historia de amor…

Rosa Mª Corominas

Publica tu comentario

Acepto la política de privacidad