Delectura

La Cadena Adrian McKinty

Aquí va una recomendación, que no se guía tan solo por los premios. Vaya por delante que Adrian McKinty alberga unos cuantos de relatos anteriores y que este thriller se ha llevado el Theakston’s Old Peculier Crime Novel (2020) y el International Thriller Writers Award (2020). La Cadena ha recibido incontables alabanzas de la crítica, halagos de reconocidos escritores del género y estrellas de miles de lectores alrededor del mundo.

De hecho, así llegué hasta ella, intrigada por los comentarios. Fue precisamente después de leer 13 y tras los cumplidos de Steve Cavanagh que acabé convencida de que debía añadir este título a la pila (#TBR).

La empecé, admito que con muchas ganas y expectativas (esto último procuro evitarlo siempre), y terminé los 77 capítulos en pocas horas.

Primera parte

Te puede pasar a ti.

Te levantas un día y, no sin cierto vértigo, parece que vuelves a tomar las riendas de la vida que has logrado conservar. Aunque sientes que lo que has superado en el último año te mortifica demasiado como para considerarlo pasado, el divorcio queda atrás y por delante tienes la oportunidad laboral que tanto ansiabas. La mañana de ese día, secuestran a tu hija mientras espera el autobús para ir al colegio. Recibes dos llamadas, la primera de una voz desconocida y distorsionada informándote de que acabas de entrar en La Cadena, la segunda es de alguien como tú, con mucho que perder, indicándote cómo recuperarla: rapta a alguien que ocupe su lugar. Una vida por otra. Esa y solo esa, es la manera. Sigue la cadena para que puedas continuar con tu vida.

Lo que le sucede a Rachel Klein desde el jueves a las 7:56 hasta el siguiente lunes a las 18:00 es un ciclo de angustia en el que la náusea se combina con la adrenalina.

Entre la fascinación y la repulsión.

Si como a mí no te gusta participar en cadenas de ningún tipo (me producen bastante mal rollo hasta las positivas) puede que no sea el argumento por el que te lanzarías de cabeza. Pero si gozas del thriller, esta novela tiene ingredientes adictivos. Muchas preguntas sin respuestas y una acción rápida sin alternativas en un lugar aparentemente plácido y seguro en el que no debería pasar nada malo (de Massachusetts a New Hampshire) y en un escenario que podría esconderlo todo (Plum Island). Un juego de mentiras y manipulaciones psicopáticas engendradas por emociones primarias como el deseo y el miedo se perfilan de punta a punta de la cadena.

McKinty fabrica esas ‘posibilidades de verdad’ que destruyen lo inverosímil y que son las que me atrapan en este tipo de novelas. Y el coro de víctimas-verdugos que actúan desde la supervivencia, la incertidumbre y la ignorancia como Kylie (hija), Pete y Marty O’Neill (excuñado y exmarido de Rachel), o los Dunleavy, tienen su gancho. Esta parte preserva sin duda el momentum de los dos primeros capítulos a base de escenas clave en las que puede pasar lo peor. Y reconozco para mi horror que he deseado que ocurra precisamente eso (lo peor) aunque sus personajes no lo merezcan, tan solo para incrementar el agarre y la intensidad de la eterna pregunta… ¿Cómo podría acabar esto?

Segunda parte

No se puede escapar de uno mismo.

La cadena te convierte en víctima y en cómplice de tortura, justificas el crimen y traspasas la línea que separa la presa del depredador. No obstante, este dilema ético-moral implícito no es lo principal. La decisión está tomada. El problema es lo que sobreviene cuando cruzas al otro lado. Y cuando no eres capaz de vivir con ello solo te queda romper las normas y enfrentarte a las consecuencias (ya, sí, suena un poco a John Wick). La primera: no eres la primera víctima ni serás la última. La segunda: recuerda, no es por el dinero, es por La Cadena.

Una novela con un inicio de los que encadenan, la acción es ligera y el desarrollo muy rápido, contiene algún giro (no del todo impredecible) y un final de los acelerados.

La trama se encargará de encajar (o no) si “Los humanos son predecibles hasta el aburrimiento”, si “Los humanos son criaturas cuyas vidas están gobernadas por los instintos más profundos” y si “Crees en las personas hasta que te muestran lo malas que pueden llegar a ser”.

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Comentarios publicados

Los mejores libros para mi son aquellos en los que me pongo en la piel del personaje principal y empatizo con él. En este caso con Rachel, impulsada por la imperiosa necesidad de recuperar a su hija, hace todo aquello que cualquier otra madre (quiero pensar) haría. Una historia inquietante donde una tiene que ir respirando profundamente para coger aliento y poder continuar pasando páginas. ¡Buenas lecturas a tod@s!

Aitana Ponza

Hoooolaaaaa!!! Si os gusta el estilo «Dan Brown», esta es una novela que no os fallará. Aunque os tengo que decir que sus obras anteriores, pese a no ser unos grandes éxitos de ventas, son mejores. ¿Cómo decirlo? Este es el típico libro para venderse muy bien y luego lanzar la película para terminar de sacarle provecho. ¿Me he explicado? =)

Psss…

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